Un nuevo hecho de violencia sacudió a Bucaramanga en la noche del martes 24 de junio, cuando un hombre fue asesinado a balazos en un ataque sicarial ocurrido en plena vía pública. El crimen se registró sobre la carrera 27, a la altura de la calle 48, en sentido norte-sur, en uno de los corredores más transitados de la ciudad.
La víctima fue identificada como Marlon Stinger Ordaz Quintana, de 33 años, quien fue abordado por sujetos que se desplazaban en motocicletas. Según testigos y las primeras versiones recogidas por las autoridades, los atacantes le dispararon sin mediar palabra y luego huyeron a toda velocidad con rumbo desconocido.
Ordaz Quintana recibió al menos tres impactos con arma de fuego: uno en la cabeza, otro en la espalda y uno más en el cuello. Aunque algunas personas intentaron auxiliarlo, el hombre falleció pocos minutos después sobre el asfalto, debido a la gravedad de las heridas.
Agentes de la Policía Metropolitana de Bucaramanga y del CTI de la Fiscalía llegaron al lugar para acordonar la zona y adelantar la inspección técnica del cadáver, así como la recolección de pruebas y testimonios. Hasta el momento, no se ha confirmado la identidad de los sicarios ni su paradero.
De manera preliminar, las autoridades manejan la hipótesis de un posible ajuste de cuentas como móvil del crimen, dado el prontuario judicial de la víctima. Según registros oficiales, Marlon Ordaz Quintana figuraba como indiciado en varios procesos penales: tres anotaciones por porte ilegal de armas de fuego (en 2015, 2024 y 2025), una por hurto calificado, otra por receptación, una por fuga de presos y otra por delitos relacionados con estupefacientes.
Este nuevo hecho de sangre ha generado preocupación entre los habitantes del sector, quienes denuncian el aumento de la inseguridad en la zona y la frecuencia de este tipo de ataques. Las autoridades locales reiteraron su compromiso para esclarecer los hechos y capturar a los responsables.