Mujer de 35 años, víctima de un intento de feminicidio por parte de su expareja, narra cómo logró sobrevivir y pide que el agresor no quede en libertad.
Karina Rincón Durán, una mujer de 35 años y contratista de la Alcaldía Local de Antonio Nariño, fue víctima de un brutal ataque con un martillo por parte de su expareja, José Urbano Medina Villa, el pasado 22 de septiembre en su apartamento en la localidad de Fontibón, Bogotá.
Según el relato de Rincón, ella había salido con amigas a celebrar el cumpleaños de una de ellas y regresó a su hogar alrededor de las 11:00 p.m. Al entrar a su habitación y prepararse para dormir, vio a su expareja tomando un martillo de la caja de herramientas. Sin previo aviso, él la atacó, propinándole múltiples golpes en la cabeza y el rostro.

«Solo pasaba por mi mente el deseo de vivir. Sentía: ‘Dios mío, no voy a morir, voy a vivir, voy a vivir», expresó Karina en una entrevista Tras el ataque, el vigilante del conjunto residencial, alertado por los ladridos del perro de la víctima, ingresó al apartamento y encontró a Karina inconsciente. La trasladó al Hospital de Kennedy, donde permaneció en cuidados intensivos durante diez días.
El agresor huyó cuando el vigilante abrió la puerta e ingresó al apartamento. El atacante incluso llamó a la madre de la mujer tras el intento de feminicidio.
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El agresor, de 51 años, fue capturado y enviado a prisión por el delito de tentativa de feminicidio. La Fiscalía tiene un plazo de 90 días para presentar el escrito de acusación.
En sus redes sociales, Karina expresó: «Le quiero dar gracias a Dios, que es el que hace que esté hoy acá con esta segunda oportunidad de vida, porque sí, específicamente estuve en coma, me declararon en el primer hospital muerte cerebral y en el segundo que podía quedar en coma indefinidamente, hasta que llegó mi mamá. Llevaba dos días en coma y fue la voz de mi mamá la que escuché y al escucharla abrí los ojos» Además, agregó: «Quiero ser una voz de esperanza». Contó.

A pesar de la gravedad de los hechos, Karina ha decidido enfocarse en su recuperación y en su hija de 5 años. «Quiero que esté en prisión y eso me genera tranquilidad. Más allá de sentir odio, en mi corazón no se ha albergado un sentimiento así, porque creo que mis sentimientos están enfocados en mi recuperación», concluyó.
Por otro lado, el país se solidarizó con Karina enviándole apoyo desde las diferentes redes sociales con el hashtag #FuerzaKarina
