A raíz del hecho violento que acabó con la vida del conductor de servicio público, José Javier Amaya, en el barrio Cristal Bajo de Bucaramanga, taxistas y familiares de la víctima se movilizaron en una caravana hasta el Instituto Colombiano de Medicina Legal y la Alcaldía, para exigir justicia y más seguridad para el gremio.
Lo último que supo María Teresa Herreño sobre su amado esposo es que extendería un poco la jornada laboral del domingo para completar la tarifa diaria. Pero hasta el amanecer del lunes se enteró de que ya no lo vería nunca más.
Para María Teresa, José Javier era un gran padre y esposo, y no se explica por qué se le relaciona con antecedentes judiciales. Lo único que pide es que pronto se encuentre al responsable de su muerte para que se haga justicia.
María Teresa, sus hijos y miembros del gremio ‘amarillo’ se unieron en una caravana en memoria del taxista, y piden mayor protección para sus labores.
Este sería el primer homicidio perpetrado contra un conductor de servicio público en lo corrido de 2019 en el área metropolitana de Bucaramanga.
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