En 2015 una niña de 13 meses murió, al parecer por violencia intrafamiliar. El padre de la menor permanece en la cárcel por homicidio, pero asegura que no es culpable. Cuatro años después las investigaciones continúan, pues el dictamen de medicina legal no concuerda con la historia clínica de la víctima.
La pequeña nació en diciembre de 2013. En principio vivía con su mamá y sus abuelos, pero en mayo de 2014, la madre decidió irse a vivir junto con su hija al lado del padre de la menor.
Luego de haber sido dada de alta, la pequeña quedó en poder del ICBF, porque los abuelos maternos denunciaron a los padres.
En noviembre del mismo año, la niña, al parecer fue agredida por el papá.
La madre de la menor volvió a tomar la decisión de regresar con Anderson y alejarse de sus padres, pero en febrero de 2015 la pequeña, que apenas tenía 13 meses de vida, volvió a presentar complicaciones de salud.
Desde entonces Anderson está en la cárcel. Han pasado 4 años entre audiencias, mientras cinco abogados han trabajado en el caso para determinar quién o qué le causó la muerte a la niña, teniendo en cuenta que el padre asegura que él nunca la agredió.
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El caso se ha tornado más complejo ya que el dictamen de medicina legal no concuerda con la historia clínica de la niña, detalle al que se ha acogido el abogado de Anderson.
Ese es justamente el interrogante a esclarecer, ¿en qué momento la menor se golpeó o le golpearon la cabeza?
Oro Noticias habló telefónicamente con la madre de la niña pero se abstuvo de dar declaraciones.
Ella, al igual que los demás involucrados en este caso, solo desean saber a ciencia cierta, quién o qué le provocó la muerte a la niña.
