La tensión en aguas del Caribe vuelve a aumentar tras confirmarse un nuevo operativo militar de Estados Unidos que dejó tres personas sin vida este jueves. El ataque, ordenado en el marco de lo que Washington ha denominado “operaciones contra el narcoterrorismo”, se realizó contra una embarcación que navegaba en aguas internacionales, según informó el secretario de Defensa, Pete Hegseth.
Con este caso, ya son 18 embarcaciones hundidas en los últimos dos meses, y la cifra de personas fallecidas asciende a 69, todas en medio de acciones militares que diversos sectores califican como ataques extrajudiciales.
A través de la red social X, Hegseth aseguró que los ocupantes de la embarcación estaban vinculados al tráfico de drogas y que la operación se realizó bajo instrucciones directas del presidente estadounidense. Sin embargo, no se revelaron identidades, la organización a la que supuestamente pertenecían ni el tipo de sustancias que transportaban.
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Expertos en derechos humanos y organismos como Naciones Unidas han advertido que estos ataques podrían constituir violaciones graves al derecho internacional, al no existir evidencia clara de que las embarcaciones representaran una amenaza inmediata.
La ONU ha solicitado una investigación independiente y transparente, señalando que ninguna de las víctimas ha sido presentada como combatiente armado activo.
Estados Unidos mantiene un gran despliegue militar en la región, con al menos diez embarcaciones, un submarino y más de 10.000 soldados. En los próximos días se sumará el portaaviones Gerald Ford, el más grande de la flota estadounidense.
Mientras tanto, el gobierno del presidente Donald Trump ha sugerido que estas operaciones también buscan presionar políticamente al gobierno de Venezuela, al que acusa de apoyar redes de narcotráfico. La Casa Blanca incluso ha autorizado operaciones encubiertas en ese país y mantiene recompensas millonarias por altos funcionarios del Estado venezolano.
La comunidad internacional observa con atención la evolución del conflicto, ante el riesgo de una posible escalada militar en la región.
