Una familia fue embestida por una tractomula en el Valle del Cauca. Los padres murieron y sus dos hijos sobrevivieron. Un video grabado minutos antes se convirtió en el último recuerdo.
Una despedida cotidiana, grabada sin presagiar la tragedia, se convirtió en el último registro de vida de Diego Fernando Suárez y Lina Marcela Díaz, la pareja que murió tras ser impactada por una tractomula en la vía que conecta a Buga con Buenaventura, en el Valle del Cauca.
“Chao Julio, adiós”, se escucha decir en el video que hoy conmueve al país. Minutos después, el vehículo en el que viajaban fue violentamente embestido por un camión de carga pesada, truncando de manera abrupta lo que parecía un viaje familiar normal.
El accidente
Los hechos ocurrieron en la tarde del viernes 19 de diciembre, en un tramo de la vía Buga–Buenaventura, a la altura del corregimiento Córdoba. La familia se movilizaba en su vehículo particular cuando, en medio de un trancón, uno de los menores descendió del carro para orinar al costado de la carretera.
Instantes después, una tractomula, que presuntamente se habría quedado sin frenos, impactó por la parte trasera al automóvil, generando un choque de gran magnitud. Diego Fernando Suárez y Lina Marcela Díaz murieron en el lugar.
Los hijos sobrevivientes
Uno de los menores, que había bajado del vehículo segundos antes del impacto, resultó ileso físicamente y presenció la escena. Su hermano, que permanecía en la parte trasera del automóvil, sobrevivió, pero sufrió heridas de gravedad y fue trasladado de urgencia a un centro asistencial.
De acuerdo con información conocida, ambos niños reciben acompañamiento médico y psicológico tras el impacto emocional que dejó el hecho.
El video que hoy conmueve
Antes del accidente, la familia había grabado un video íntimo y espontáneo durante el trayecto. En las imágenes se observa a los padres despidiéndose del menor que descendió del vehículo, sin imaginar que esas palabras quedarían registradas como su último mensaje.
El material fue recuperado por las autoridades y se ha convertido en un símbolo del dolor que dejó el siniestro, generando múltiples reacciones entre los colombianos que siguen el caso.
Lo que inició como un viaje familiar terminó en una tragedia que dejó dos personas fallecidas y dos niños sobrevivientes que hoy enfrentan la pérdida de sus padres. Un hecho que enluta al país y deja un llamado urgente a reforzar la seguridad vial en las carreteras colombianas




