Una nueva captura por hurto en el sur de Bogotá volvió a encender las alarmas sobre el uso de los brazaletes electrónicos del Inpec. En esta ocasión, un hombre que portaba la manilla de vigilancia fue sorprendido luego de asaltar un establecimiento comercial en el sector de El Tropezón, en la localidad de Bosa. Este sería el tercer caso similar reportado en menos de una semana.

El hecho ocurrió cuando el sujeto ingresó al local junto con otros cómplices, quienes, armados con cuchillos, intimidaron a los presentes y sustrajeron varios artículos avaluados en un millón de pesos. Sin embargo, su intento de escape fue frustrado por habitantes del sector, que lo retuvieron y lo golpearon antes de la llegada de la Policía.

“La captura se logró gracias a la oportuna información de la comunidad. Esta persona presenta dos anotaciones judiciales por hurto y portaba un brazalete electrónico, pues cumplía una medida domiciliaria”, explicó el teniente coronel Óscar Chauta, comandante de la Estación de Policía de Bosa.

Tras ser rescatado de la llamada “paloterapia”, el hombre fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, donde enfrenta cargos por hurto y violación de medida domiciliaria. Un juez de control de garantías le dictó medida de aseguramiento, por lo que podría perder el beneficio de casa por cárcel y ser recluido en un centro penitenciario.

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Casos que se repiten

El pasado 15 de octubre, en el barrio Bosa La Cabaña, otro hombre con manilla del Inpec fue capturado tras robar a una mujer que salía de una panadería. En ambos casos, los sospechosos tenían restricciones judiciales vigentes y estaban siendo monitoreados electrónicamente por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario.

Estos hechos han generado preocupación entre los habitantes, quienes cuestionan la efectividad del control de los brazaletes electrónicos, pues los delincuentes parecen continuar delinquiendo pese a tener restricción de movilidad.

¿Qué significa portar una manilla del Inpec?

Las manillas electrónicas del Inpec son dispositivos de seguimiento para personas con detención domiciliaria, cuyo propósito es permitir el rastreo de sus movimientos. Quienes las portan no pueden salir de su residencia sin autorización judicial. Salir sin permiso constituye una violación de la medida, lo que puede acarrear la revocatoria del beneficio, una orden de captura inmediata y la reclusión en prisión.

Autoridades y comunidad, en alerta

La Policía de Bogotá reiteró el llamado a la ciudadanía para denunciar oportunamente cualquier actividad sospechosa y evitar enfrentamientos directos con los delincuentes.

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“Entendemos la indignación de la comunidad, pero insistimos en no ejercer justicia por mano propia. Es fundamental dejar que las autoridades actúen”, añadió el teniente coronel Chauta.

Mientras tanto, en las calles de Bosa crece el reclamo ciudadano por mayores controles a quienes portan brazaletes electrónicos y el refuerzo de patrullajes en zonas comerciales, donde los robos siguen siendo frecuentes pese a las capturas recientes.