Las condiciones de los menores para recibir clases distan mucho de ser dignas e idóneas.
Ellos mismos deben construir su campo deportivo, lavar los pisos y barrer o sacar el agua cuando llueve.
Esta situación se repite cada día desde hace mas de 4 años, sin que se le haya dado una solución.
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Para el funcionario la reubicación de los menores es por ahora la solución adecuada, pues no pueden intervenir un terreno o hacer una nueva estructura si no se cuenta con todos los requerimientos técnicos aprobados por la alcaldía.
Por ahora los alumnos seguirán recibiendo clase en planteles rurales vecinos, a la espera que la administración municipal se acuerde de que a cuatro horas del casco urbano existe un grupo de niños que desean instruirse.
