El programa de Ingeniería Ambiental realizó una jornada de donación de ropa dirigida a comunidades vulnerables de Bucaramanga, en el marco del proyecto de extensión “Análisis ambiental de prendas de vestir en la iniciativa de moda circular Vístete de Oportunidades – Tercera fase”.
La actividad, desarrollada en el sector de Provenza, benefició a familias de los asentamientos Cristal Alto, Cristal Bajo, Granjas de Provenza y Brisas de Provenza, gracias al trabajo conjunto con la Fundación Mujer y Hogar, la Caja de Compensación Familiar Cajasan y la startup Urban Participation.
Según explicó la profesora Nathalia Cháves Contreras, líder del semillero ACRE (Alternativas para la Conservación en Remediación Ecoambiental), la iniciativa busca “dar una segunda oportunidad a las prendas, pero también a las personas que las reciben”, al ofrecer ropa en excelente estado que contribuye a mejorar la empleabilidad y presentación personal de los beneficiarios.
Además de la entrega de prendas, los asistentes participaron en espacios formativos. Cajasan brindó asesoría sobre la elaboración de hojas de vida y registro en portales de empleo, mientras que docentes invitados de la Universidad de Guanajuato y la Universidad Autónoma de México compartieron recomendaciones sobre vestimenta adecuada en entornos laborales y reflexionaron sobre la importancia ambiental de promover la moda circular.
La profesora Cháves destacó la participación activa de los estudiantes de Ingeniería Ambiental, quienes se encargaron de la logística, recolección, análisis ambiental y entrega de las prendas, aplicando metodologías de aprendizaje basado en proyectos. En etapas anteriores, los estudiantes analizaron el impacto ambiental de la industria de la moda, calculando indicadores de consumo de agua, energía y generación de residuos asociados a la producción y desecho de ropa.
Actualmente, el semillero ACRE avanza en una nueva fase que evalúa el impacto ambiental de la industria textil infantil y de los juguetes de plástico, con el objetivo de organizar futuras jornadas de donación centradas en prendas y juguetes en buen estado.
“Estas acciones no solo reducen la huella ecológica, sino que también fortalecen el compromiso social de nuestros estudiantes y su conciencia frente al consumo responsable”, concluyó la profesora Cháves.