La multinacional canadiense Montauk Metals, que mantenía una millonaria demanda contra el Estado colombiano, se declaró en quiebra, según confirmó la compañía en un reciente informe financiero.

La empresa pretendía cobrar 196 millones de dólares, al argumentar que la delimitación del Páramo de Santurbán, realizada por el Ministerio de Ambiente, impidió continuar con la exploración de su proyecto Reina de Oro.

La concesión, otorgada por Ingeominas, abarcaba la mina El Volcán, considerada la más grande en la región aurífera Vetas–California–Suratá. La compañía sostuvo que el cambio en las reglas ambientales frenó la operación y afectó sus inversiones.

Con la quiebra declarada, queda en incertidumbre el curso de la reclamación internacional, mientras el caso vuelve a poner sobre la mesa el debate entre protección ambiental y actividad minera en zonas estratégicas como el páramo de Santurbán.