Quienes tuvieron la oportunidad de conocer a Hugo Carreño aseguran que tenía unas manos prodigiosas, que sanaban cualquier dolencia. En medio de una amena charla y un buen masaje, acompañados
Quienes tuvieron la oportunidad de conocer a Hugo Carreño aseguran que tenía unas manos prodigiosas, que sanaban cualquier dolencia. En medio de una amena charla y un buen masaje, acompañados