Después de varios días de estar incomunicados, algunos venezolanos pudieron hoy llamar a sus familiares. La Personería en convenio con una empresa de telefonía, les brindaron la oportunidad a los extranjeros de volver a escuchar a sus seres queridos.
Onil Peñaloza hace un mes no escuchaba a su hija y a su mamá; hoy, entre lágrimas y con el corazón acelerado, les pudo contar acerca de su estado y lo que estaba haciendo.
Otros no tuvieron la misma suerte y, pese a que intentaron en reiteradas ocasiones, las llamadas no surtieron efecto.
Y es que aunque parezca económico llamar a Venezuela, pues el minuto puede estar costando entre 300 y 400 pesos, para ellos no lo es, porque cualquier centavo que les cae a sus bolsillos, lo invierten es en comida.
Arthur William, quien estuvo a punto de hacer la llamada prefirió ceder el turno. Asegura que eso le generó mayor felicidad.
Los venezolanos que continúan en el Parque del Agua esperan que las dos cabinas que esta mañana habilitó la Personería, vuelvan pronto a prestar el mismo servicio, toda vez que esas llamadas se traducen en felicidad y en esperanza.
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