Para los expertos el problema no son las piscinas sino las aglomeraciones que se puedan registrar fuera de ellas. Como en otros casos, se recomienda no bajar la guardia y seguir las mismas recomendaciones de seguridad que se deben aplicar para los espacios al aire libre.
A pesar de que el ministerio de Salud estableció protocolos de bioseguridad para la apertura de las piscinas en conjuntos residenciales, centros recreativos y hoteles del país, Oro Noticias consultó con quienes están al frente de esos lugares y la mayoría manifestó que prefiere no abrir hasta nueva orden. Algunos bumangueses, más liberados, consideran que el volver a las actividades acuáticas recreativas significa oxigenarse después de estar encerrados por más de seis meses.
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Aunque sigue vigente la incertidumbre sobre si hay o no alto riesgo de contagio, lo cierto es que el cloro que se usa como desinfectante es un arma contra el coronavirus. Sin embargo, también se debe cumplir con lo estipulado para el tratamiento de las aguas.
Según expertos de la Organización Mundial de la Salud, con el agua dulce de ríos y lagos hay un riesgo superior de contagio, pues no tiene las mismas condiciones químicas de las piscinas ni la salinidad del mar, por lo que las medidas deben ser extremas.
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