El Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC) reafirma su posición como referente nacional en inclusión y autonomía para personas con discapacidad visual, al haber acompañado a más de 5.000 colombianos en procesos de rehabilitación integral y salud visual durante el último año.
En total, 2.562 personas accedieron a procesos de rehabilitación visual y 2.578 fueron atendidas en servicios especializados de salud visual en Bogotá y otras 16 regiones del país. Estas acciones fortalecen el trabajo de esta institución sin ánimo de lucro, con más de seis décadas de trayectoria, que impulsa estrategias de impacto para la vida independiente, la empleabilidad y la participación social.
Uno de los principales logros fue la expansión de la estrategia Nadie Sin Rehabilitar, que llegó a 29 municipios en 16 departamentos, beneficiando a 612 personas con discapacidad visual, desde niñas y niños hasta adultos mayores, gracias a alianzas con entidades públicas y privadas.
En sus dos sedes en Bogotá, el CRAC ofreció atención integral a 4.579 personas, de las cuales:
- 387 personas ciegas participaron en procesos de rehabilitación.
- 1.563 personas con baja visión recibieron ayudas ópticas y atención especializada.
- 2.578 accedieron a consultas en oftalmología, optometría y exámenes visuales.
Además, el CRAC certificó a 61 nuevos profesionales en tiflología —la disciplina que estudia la educación y rehabilitación de personas con discapacidad visual— a través de su programa Tiflología para la Inclusión, mientras que otros 21 estudiantes iniciaron su formación.
La organización también destacó por su participación en escenarios internacionales como el IX Congreso y XI Asamblea General de la Unión Latinoamericana de Ciegos (ULAC) en Lima, así como en iniciativas locales como los programas Enlaces Compensar, PAIIS, y el Consejo Local de Discapacidad.
Su emisora digital, La Inclusora, dio un paso más hacia la accesibilidad al incorporar contenidos audiovisuales con enfoque educativo y terapéutico, mientras que su presencia en eventos deportivos y culturales como la Carrera de la Mujer, visibilizó la participación activa y equitativa de personas ciegas guiadas por voluntarios.
En materia de infraestructura y calidad, el CRAC fortaleció su área tecnológica con la creación de una Subdirección de Sistemas de Información y Tecnología, renovó sus instalaciones físicas y mantuvo sus certificaciones ISO 9001, 14001 y 45001 tras auditorías externas exitosas.
“La autonomía es un derecho que debe garantizarse con acciones concretas y presencia real en los territorios. Más allá de las cifras, celebramos la posibilidad de transformar vidas con respeto, técnica y calidez humana”, afirmó Gladys Lopera Restrepo, directora general del CRAC.