En la Casa de los Nazarenos de Floridablanca es velado el cuerpo de César Alberto Ojeda, porque aunque portaba el uniforme de la Policía Nacional, en su corazón guardaba el hábito, una devoción que tenía desde hace mucho tiempo. Hoy sus amigos recordaron su paso por la hermandad.
Fue en dicha casa en la que César Alberto Ojeda se revistió de nazareno durante 6 años, la misma casa en la que familiares y amigos le están diciendo ‘adiós’.
El joven florideño, a sus 15 años, tomó la decisión de consagrarse a la hermandad, una tradición que venía en la familia de generación en generación.
César Alberto Ojeda en vacaciones cambiaba el verde de la Policía por el morado de los nazarenos, el 24 de diciembre del año pasado fue la última vez que se revistió.
Cargar la imagen de Jesús Nazareno era fundamental para él en tiempo de Cuaresma y Semana Santa, siempre trataba de que esa época de la Iglesia Católica coincidiera con sus permisos en la escuela de la Policía.
Los más de 300 nazarenos que hacen parte de la hermandad de Floridablanca, lo acompañarán mañana en el sepelio y lo seguirán recordando cada vez que usen ese hábito, que ahora César vestirá, pero en el cielo.
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