Oro Noticias conoció la historia de un joven santandereano que se encuentra en Madrid, España, y que resultó positivo para el Covid-19. Mauricio Meza llegó a ese país el 10 de julio pasado en busca de una mejor calidad de vida. Aunque ya se encuentra mejor, fue imposible que nos hablara por la tos que aún lo afecta. Pero dialogamos con él, vía mensaje, y nos contó lo crítico que es encontrarse en esta situación y lejos de sus seres queridos.
Mauricio labora en un restaurante de Madrid, como cocinero. Tiene 24 años y es de Barrancabermeja. Cuando llegó la pandemia al país ibérico tuvo que tomar las medidas de prevención debido al contacto que tenía con sus clientes. Aunque al principio le daba vergüenza atender con guantes y tapabocas, también sentía miedo por la situación. Sentimiento que se hizo más fuerte aquel 27 de marzo cuando sintió los primeros síntomas sobre un posible contagio.
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“Mis primeros síntomas fueron agotamiento físico, caminaba y me sentía muy cansado. En ese momento le echaba la culpa al tabaco, por estar ya confinado había aumentado el uso del cigarrillo. Le culpaba al cigarrillo pero después empieza la tos, fiebre de 40 y ahí ya empecé a preocuparme. Las medidas preventivas fue aislarme por completo en mi habitación y empiezo un seguimiento virtual. El día 27 de marzo presento una crisis respiratoria que me estaba costando la vida, en ese momento llegan la uvi con sus paramédicos para la reanimación”.
Y aunque al principio Mauricio creía que era un simple resfriado, la situación resultó ser más complicada.
“Estaba en mi cama viendo la tele, cuando empecé a sentirme falto de respiración, en un momento iba a tomar aire y no pude, ahí empezó la batalla, sentir como me estaba ahogando, era una mezcla de mucha tos con la falta de aire y la sensación es muy fea, sientes como te vas muriendo lentamente, el sentir que tus costillas se hunden es algo que marcó mi vida”.
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Lo más triste y desgarrador para este joven barranqueño, es que en los momentos más críticos de su vida no se encuentra al lado de sus seres más amados.
“El estar lejos de su país, lejos de familia y lejos de tus amigos te hacen una persona fuerte, pero ante esta situación es muy difícil no extrañarlos. Deseo un abrazo de mis padres y el hecho que sea solo cibernáutico es muy duro. Te cuento rápidamente el día que me llevaban en la ambulancia para el hospital, que me dieron la oportunidad de despedirme de un familiar, afortunadamente estaba el esposo de una prima pero desee al máximo el abrazo de mis padres. Pero no fue así. Y en el trayecto de mi casa hasta el hospital solo rondaba por mi cabeza: ¿los volveré a ver? ¿cuando volveré a hablar con ellos? Fue un momento muy duro.”
Mauricio presentó una segunda crisis pero, por fortuna, en la radiografía que le hicieron no apareció con neumonía. El joven santandereano permanece en una habitación, aislado por completo, aferrándose a Dios, en constante oración, ayudándose con remedios caseros que recomendó con mucha precisión a la vez que envió un mensaje de aliento al pueblo colombiano.
“Que no debemos vivir con rencores ni odios. En el momento que sentía que me estaba ahogando siento que Dios me dio una segunda oportunidad para sanar esos rencores que llevaba conmigo y que me pesaban. Entonces ahí entendí que de nada sirve vivir con pesos encima”.
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