Tres familias del barrio Provenza se salvaron de quedar bajo las ramas de un gigantesco árbol que cayó a raíz del aguacero del pasado viernes. Sin embargo, ahora tienen problemas porque la raíz amenaza con taponar un caño e inundar las viviendas, como sucedió durante las fuertes lluvias de anoche.
Cecilia Sandoval y su familia vieron la muerte muy cerca el pasado viernes, cuando un árbol de casi 30 metros fue derribado por el vendaval que azotó a Bucaramanga. Sin embargo, cuatro días después y luego del aguacero de anoche, siguen preocupados, al igual que sus vecinos, por los represamientos que amenazan con inundar las viviendas.
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Los bomberos lograron hoy cortar el tronco del árbol, pero la raíz sigue en el lugar, y se teme que con otra fuerte lluvia se represe aún más el agua.
Son tres las casas del bario Provenza, en las que habitan 20 personas, las más afectadas por esta delicada situación.