El pánico se apoderó de los habitantes del sector al observar las llamas que amenazaban con extenderse a las casas cercanas. Los mismos vecinos intentaron sofocar el fuego que se había originado en este taller de costura, ubicado en el tercer piso de una de las viviendas.
Hoy, las máquinas de coser amanecieron incineradas, y –como opinaron algunos- ya no sirven ni para hacer un remiendo. Todo parece indicar que las obsoletas conexiones eléctricas de la vivienda provocaron un corto circuito.
Otras versiones indican que las chispas que salen de una máquina que hay en el lugar pudieron caer sobre la tela que allí se almacenaba.
Los hechos son materia de investigación y según los bomberos, las pérdidas podrían llegar a 10 millones de pesos.
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