El 7 de octubre de 2025 se cumplieron dos años del ataque perpetrado por el grupo terrorista Hamás contra la población civil en Israel, una jornada que marcó un antes y un después en el conflicto de Medio Oriente. Ese día, cientos de personas fueron asesinadas, secuestradas o heridas, entre ellas jóvenes colombianos que participaban del festival de música electrónica Nova, celebrado en el desierto del Negev, cerca de la frontera con Gaza.
Las víctimas fatales, Ivonne Rubio y Antonio Macías, fueron asesinadas a sangre fría mientras disfrutaban de un evento que se convirtió en una trampa mortal. Otras personas fueron torturadas, violadas y ejecutadas, mientras los terroristas grababan la barbarie y difundían las imágenes como propaganda. La brutalidad del ataque estremeció al mundo entero.
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“Papi, estamos en guerra”: las últimas palabras de Ivonne y la tragedia de Antonio
Poco antes de los bombardeos, Ivonne alcanzó a comunicarse con su padre. “Papi, papi, estamos en guerra”, fue su último mensaje. Antonio, por su parte, le escribió a su madre diciendo que buscarían un búnker y luego se comunicarían. Las horas siguientes fueron de incertidumbre y desesperación para sus familias, hasta que las autoridades israelíes confirmaron lo peor: Ivonne había sido hallada sin vida entre los cientos de cuerpos recuperados en la zona del festival.
El caso de Antonio Macías fue aún más doloroso. Durante semanas permaneció desaparecido y su familia mantuvo la esperanza de hallarlo con vida. Sin embargo, sus restos solo pudieron ser identificados mediante pruebas de ADN, dadas las condiciones en que fue encontrado. Macías dejó huérfanos a un niño y una niña, además de un profundo vacío entre sus amigos y allegados.
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Elkana Bohbot, el colombo-israelí que sigue secuestrado por Hamás
En medio de ese panorama, el caso de Elkana Bohbot sigue abierto. Este ciudadano colombo-israelí fue secuestrado el mismo 7 de octubre durante el ataque al festival Nova, donde trabajaba en labores logísticas. Bohbot, casado con la bogotana Rebecca González y padre de un niño de cuatro años, permanece en cautiverio. Su esposa ha descrito la experiencia como “vivir un holocausto”, marcada por la incertidumbre, la espera y la ausencia de información fiable sobre su paradero.
El Gobierno colombiano le otorgó la nacionalidad en noviembre de 2023 con el fin de fortalecer las gestiones diplomáticas para su liberación. Se ha pedido la mediación de Qatar, se han elevado solicitudes ante organismos internacionales y la Cancillería ha hecho llamados formales para exigir su liberación. Sin embargo, dos años después, Elkana continúa secuestrado.
Mientras tanto, los nombres de Ivonne Rubio, Antonio Macías y Elkana Bohbot se mantienen como símbolos del dolor humano detrás del conflicto. Los dos primeros representan la pérdida definitiva; el tercero, la esperanza que resiste en medio del cautiverio.