A los 41 años de edad falleció el mexicano Juan Pedro Franco, conocido a nivel mundial por haber sido catalogado como el hombre más obeso del mundo, récord que obtuvo en 2017. Su muerte se produjo este lunes 29 de diciembre en el estado de Aguascalientes, México, a causa de una infección renal que derivó en complicaciones sistémicas.
La información fue confirmada por José Antonio Castañeda, médico que encabezó su tratamiento durante los últimos años y quien acompañó el proceso clínico que convirtió a Franco en un referente internacional sobre la obesidad mórbida y su manejo médico.
Causas del fallecimiento
De acuerdo con el parte médico, el estado de salud de Juan Pedro Franco se agravó en los últimos días debido a una infección renal severa, que desencadenó un deterioro general de su organismo mientras permanecía hospitalizado.
“Su condición evolucionó con complicaciones sistémicas, lo que derivó en su fallecimiento”, explicó el doctor Castañeda en un comunicado.
El récord Guinness y su lucha contra la obesidad
Juan Pedro Franco alcanzó notoriedad internacional en 2017, cuando fue reconocido por el Récord Guinness como la persona con mayor peso en el mundo, al registrar cerca de 600 kilogramos. Tenía entonces 32 años.
Ese mismo año inició un tratamiento médico integral, que incluyó una dieta mediterránea basada en frutas y verduras, además de dos procedimientos de cirugía bariátrica: una manga gástrica y posteriormente un bypass gástrico. Gracias a este proceso, logró reducir aproximadamente el 49 % de su peso corporal, lo que representó una mejora significativa en su calidad de vida.
Superó el COVID-19 y dejó un mensaje de resiliencia
En 2020, Juan Pedro Franco superó un contagio de covid-19, pese a pertenecer a un grupo de alto riesgo debido a su historial médico. Para su equipo de salud, este episodio evidenció los avances logrados tras su tratamiento y reforzó el mensaje sobre la importancia del abordaje médico de la obesidad.
El doctor Castañeda destacó que la historia de Franco permitió visibilizar la obesidad como una enfermedad, promoviendo un enfoque basado en la ciencia, la empatía y la eliminación de estigmas.
“Su historia dejó huella por su perseverancia, resiliencia y honestidad al compartir su vida, generando empatía y motivando a otros a enfrentar sus propios retos de salud”, concluyó el especialista.
