Una escena que hiela la sangre
En un hecho que ha generado profunda indignación en Colombia, dos mujeres identificadas como Teresita Cuello y su hija Arlin Cuello fueron capturadas tras asesinar y luego incinerar al perro pastor alemán llamado “Rommy” en un presunto ritual en el barrio La Pollita de Sincelejo. Según la acusación, ambas afirmaron que el animal estaba “poseído” y lo quemaron para “liberarlo”.
Gritos, oraciones y horror en la vivienda
Vecinos relatan escenas escalofriantes: se escuchaban plegarias, gritos y sonidos extraños provenir de la vivienda. Cuando la policía acudió, encontró el cadáver del perro completamente calcinado y el testimonio de las dos implicadas, quienes insistían en que actuaban en cumplimiento de un “acto de liberación espiritual”.
Detención y salud mental en cuestión
Las mujeres fueron presentadas ante un juez de control de garantías y enviadas a prisión. Adicionalmente, se ordenó una evaluación psiquiátrica para determinar su estado mental, ya que su comportamiento durante la audiencia generó dudas sobre su conciencia del acto.
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Un grito de alerta para los derechos de los animales
Organizaciones defensoras de animales no tardaron en alzar su voz: este tipo de mutilaciones y asesinatos rituales no sólo son un crimen contra un ser vivo, sino una llamada de atención sobre cómo creencias extremas o trastornos mentales pueden desencadenar violencia impensada. En Colombia, el maltrato animal es delito grave, y este caso podría servir como precedente para aplicar sanciones más severas.
El efecto viral del horror
La noticia circuló rápidamente en redes sociales, generando repudio, indignación y un clamor unánime de que “no quede impune”. Muchas voces se preguntan: ¿qué lleva a una madre y su hija a justificar la quema de un perro en nombre de una supuesta posesión demoníaca? La combinación de violencia, misterio y excentricidad convierte el caso en uno de los más impactantes del año.
