En Colombia, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo una amenaza silenciosa pero letal: solo en 2024 causaron más de 73.000 muertes, según cifras del DANE. Dentro de este grupo, la arritmia cardíaca se posiciona como una de las afecciones más comunes y potencialmente peligrosas, afectando el ritmo natural del corazón y poniendo en riesgo la calidad y esperanza de vida de quienes la padecen.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas enfermedades representan la principal causa de muerte por enfermedades no transmisibles en el mundo, cobrando anualmente 17,9 millones de vidas. En Colombia, representaron el 27% del total de muertes el año pasado.
La arritmia cardíaca ocurre cuando los impulsos eléctricos que controlan el latido del corazón fallan, haciendo que este lata demasiado rápido, muy lento o de forma irregular. Entre sus manifestaciones más complejas está la fibrilación auricular, una condición que puede hacer que ciertas cámaras del corazón lleguen a latir más de 300 veces por minuto.
“Entre los factores de riesgo están la edad avanzada, hipertensión, diabetes, tabaquismo, hipertiroidismo y el sobrepeso. Los síntomas más comunes incluyen fatiga, dolor en el pecho y dificultad para respirar”, explicó la Dra. Marcela Pérez, directora médica de Abbott en Colombia.
Tratamientos con apoyo tecnológico
Aunque la condición puede sonar intimidante, la tecnología médica ha avanzado significativamente para mejorar la vida de los pacientes con arritmia. La Dra. Pérez destaca tres enfoques principales para su tratamiento:
- Medicamentos antiarrítmicos: Son la primera línea de tratamiento. Aunque no curan la arritmia, ayudan a controlar el ritmo del corazón y reducir los síntomas. Deben ser recetados y supervisados por un especialista.
- Terapia de ablación cardíaca: Procedimiento mínimamente invasivo que utiliza catéteres para detener los impulsos eléctricos anómalos. Gracias al mapeo cardíaco en tiempo real, los especialistas pueden localizar con mayor precisión la zona afectada y realizar la intervención con alta efectividad.
- Dispositivos implantables: Cuando los otros tratamientos no bastan, los marcapasos, desfibriladores o resincronizadores pueden tomar el control. Estos dispositivos, cada vez más pequeños y sofisticados, ahora permiten realizar resonancias magnéticas y enviar datos del corazón en tiempo real al médico tratante, facilitando un monitoreo constante y personalizado.
“La clave está en el diagnóstico oportuno y un tratamiento adaptado a cada paciente. Con apoyo médico y tecnología, es posible llevar una vida plena aún con arritmia”, añadió la Dra. Pérez.

Impacto positivo en la infancia vulnerable
La tecnología también está transformando la vida de niños con condiciones cardíacas congénitas que derivan en arritmias. Muchas de estas patologías son causadas por defectos estructurales del corazón presentes desde el nacimiento, como orificios en las paredes cardíacas.
A través del programa Pequeños Héroes, implementado en Colombia desde 2020, Abbott ha donado dispositivos especializados para niños en situación de vulnerabilidad, permitiendo intervenciones que mejoran su salud y bienestar desde edades tempranas.
“Estos dispositivos no solo les permiten prosperar, sino que también cambian la vida de sus familias”, expresó Mauricio Correa, gerente de la línea de Corazón Estructural de Abbott.