Un panorama diferente y a la vez un poco triste se evidenció este lunes en el municipio de Girón, pues una de las más tradicionales fiestas de la iglesia católica fue celebrada de manera virtual. Sin embargo, para algunos feligreses el hecho de que se mantuvieran cerradas las puertas del templo no fueron excusa para cumplirle sus promesas al Señor de los Milagros.
Incluso hubo personas que viajaron más de cuatro horas, como lo hacen todos los años, pero desconocían que aún las puertas del templo permanecen cerradas. Y aunque lamentaron lo sucedido, oraron desde afuera pues aseguran que la fe es la misma desde cualquier lugar.
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Para el párroco Anderson González, aunque fue difícil tomar la decisión de celebrar la fecha de manera virtual, asegura que por encima de todo prevalecen la salud y la vida de las personas.
La Basílica Menor ha optado por no abrir las puertas, para no bajar la guardia frente al virus, pues conocen que los fervorosos al Señor de los Milagros son muchos y que de alguna manera se presentarían peligrosas aglomeraciones. Por eso prefieren aguantar un poco más, aunque ya cuenten con los protocolos para la reapertura.
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