Si hay un hecho que se destaca en el Bucaramanga, es el protagonismo que han tenido los jugadores de la tierra. Los hormigueros han sido piezas fundamentales en el andamiaje de un equipo que ahora más que nunca, se siente orgulloso de ser santandereanos.
Las instrucciones de Óscar Serrano y Robert Villamizar como cuerpo técnico encargado, la seguridad de James Aguirre en el arco, la destreza y calidad de Sherman Cárdenas, el atrevimiento y la personalidad de Joan Caballero, las genialidades del chapulín John Pérez, y el poder ofensivo de Michael Rangel, son cualidades de un grupo de profesionales orgullosamente santandereanos y grandes artífices en la campaña del leopardo.
De los 24 goles convertidos hasta el momento, diez han sido de Michael Rangel, cinco de Sherman Cárdenas y dos de John Pérez, 17 anotaciones con sello santandereano para un rendimiento del 71 %.
Todo indica que el adagio esta vez no se cumple y que, por lo contrario, la legión de santandereanos si están siendo profetas en su tierra, gracias a una extraordinaria campaña con una importante cuota local que invita a sentirse más orgulloso que nunca de haber nacido en la tierra del cañón del Chicamocha.
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