Estudiantes de un colegio de San Gil decidieron no ingresar más sus teléfonos celulares al aula de clase, ellos reconocen que los dispositivos son un elemento distractor.
Este plantel se le adelantó a la iniciativa que está en el congreso y que precisamente, busca que los jóvenes no usen los aparatos durante las clases.
Pese a que en el congreso hay un proyecto de ley que busca que los establecimientos educativos prohíban el ingreso de celulares a las aulas de clases, los estudiantes del colegio Rafael Pombo, de San Gil, se adelantaron a la medida y, voluntariamente, antes de llegar al salón, dejan sus teléfonos móviles en estos casilleros.
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Ellos además reconocen que los dispositivos móviles, son un elemento distractor.
Los resultados de la ejemplar iniciativa de los jóvenes, se ve reflejada en sus calificaciones, pero sobre todo, en las pruebas Saber que se realizan a nivel nacional.
Pero como toda regla tiene su excepción, en esta iniciativa también las hay. Solo en algunas materias los celulares pueden ser usados.
Lo más curioso del caso es que algunos padres de familia, quienes al inicio decían que necesitaban estar en permanente comunicación con sus hijos, han tomado también el ejemplo de los estudiantes.
Según cifras entregadas por el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Mintics, al menos el 52% de los jóvenes entre los 12 y 17 años sienten algún grado de ansiedad si no están conectados a internet.
Hoy, 150 estudiantes le dan ejemplo a otros colegios del departamento, demostrando que sí nos podemos desprender por algunas horas de los elementos tecnológicos.
