Un matrimonio que se celebraba en la capilla de Los Dolores de Bucaramanga, debió ser suspendido cuando un alférez de la dirección de tránsito decidió colocarle un cepo al carro
Un matrimonio que se celebraba en la capilla de Los Dolores de Bucaramanga, debió ser suspendido cuando un alférez de la dirección de tránsito decidió colocarle un cepo al carro