Un coeficiente intelectual aparentemente más alto que el del promedio, se convirtió en arma de doble filo para Luis Ángel, un piedecuestano de ocho años, cuya mamá prefirió dejar de
Un coeficiente intelectual aparentemente más alto que el del promedio, se convirtió en arma de doble filo para Luis Ángel, un piedecuestano de ocho años, cuya mamá prefirió dejar de