Lo sucedido en el conjunto residencial Arrayanes de Cúcuta, que dejó dos personas muertas, 250 familias damnificadas y millonarias pérdidas materiales es considerado como una tragedia anunciada.
Según CORPONOR, la urbanización se construyó sin solicitar los estudios y permisos de la autoridad ambiental. Los afectados piden que se investigue esta situación y se definan responsabilidades.
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