La crisis económica por la que pasan los migrantes venezolanas que llegan a Bucaramanga cada vez es más crítica. Oro Noticias conoció la historia de algunas jóvenes venidas del vecino país, quienes han tenido que vender su cabello para poder sobrevivir.
Aseguran además, que en Cúcuta son perseguidas por los estilistas inescrupulosos, quienes en medio de engaños, les cortan sus cabelleras.
Con palabras fuertes y desobligantes reciben a las venezolanas que cruzan la frontera y llegan a Cúcuta, en medio del acoso y ante la falta de dinero algunas aceptan la propuesta y caminan a una peluquería a vender su cabello, cómo única forma para poder ganarse unos cuantos pesos y calmar el hambre.
Así le pasó a Maylyn, quien antes se podía hacer trenzas y peinados, pero quien ahora solo pide que el tiempo pase rápido para que el cabello le crezca de nuevo y así dejar de sentir pena por su apariencia física, que cambió totalmente luego de que le picotearan el pelo.
Tatiana, por su parte, dice que lo hizo por pura necesidad, ella asegura que el cabello, le salvó la vida a su pequeña hija.
Otras mujeres, en cambio, aseguran que por nada del mundo venderían su cabello y, quienes ya lo hicieron se negarían ante una nueva propuesta.
A pesar de esto, muchas de las migrantes, por el contrario, no ven la hora en que les crezca de nuevo, pero para ir a una peluquería y venderlo una vez más, y poder así tener algo en el bolsillo para mitigar la crisis económica.
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