“Las fotos efectivamente fueron de acá”, dijo Wendy Saray Osuna, administradora del restaurante de comida china en el municipio de San Gil, que fue sellado temporalmente por las autoridades sanitarias tras una denuncia sobre la posible venta de carne de perro en dicho establecimiento.
“La persona estaba arreglando dos camuros que se compraron acá en San Gil en la plaza de mercado. Se compraron para un evento que pidieron dar un plato típico de la región”, indicó Osuna.
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El escándalo que ha causado rechazo entre los cibernautas y sangileños, es materia de investigación por parte de las autoridades.
“Los resultados obtenidos en la inspección realizada por los técnicos de saneamiento ambiental de la Secretaría de Salud de Santander, no se encontraron residuos o extremidades pertenecientes a caninos”, aseguró la secretaria de Salud, Maria Eugenia Triana Vargas.
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¿Es camuro?
Wendy le habló al medio local El Regional, quien aseguró que una pierna de cabro había quedado en una de las neveras del restaurante “cuando vinieron las autoridades a hacer el operativo encontraron el pernil pero en ningún momento ellos se llevaron alguna muestra, no se llevaron nada. Entonces no es cierto que estén investigando las muestras porque no tomaron nada”, indicó la administradora del lugar.
Desde el restaurante aseguran que la carne fue comprada en un negocio de la plaza de mercado del municipio.
“El dueño del negocio me pidió dos camuros y yo se los pedí al que los mata y se los entregué abiertos sin viseras, sin patas y si cabeza, allá se los llevé para el pelarlos porque se pelan con candela”, indicó, a El Regional, Pedro Chacón, vendedor de la plaza de mercado de San Gil.
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