Varias familias que se encontraban durmiendo en el asentamiento de Villas de Girardot fueron despertadas de manera abrupta por las fuertes lluvias y el crujir de los árboles, algunos de los cuales cayeron sobre los humildes ranchos.
Una de las afectadas le dijo a Oro Noticias que poco ha dormido desde el pasado 09 de marzo, cuando otro fuerte aguacero se llevó parte de su vivienda.
“Mi casa comenzó a colapsar desde el 09 de marzo, primero se vino un pedazo y quedé totalmente en la calle”, aseguró la afectada Darly León.
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El riesgo del desprendimiento del talud es grande e incluso algunas viviendas están prácticamente en el aire, debido a que el terreno ha cedido por acción de las lluvias. Las autoridades de gestión del riesgo le solicitaron a la comunidad no edificar en laderas o en sitios inestables, pues además de atentar contra su propio capital económico se pueden presentar deslizamientos que pongan en peligro su vida.
