Por padecer una enfermedad huérfana, una joven dejó de ir al colegio, y montó su fábrica de rollitos de canela que vende a través de Instagram.
Doña Mónica es la mujer que ha estado al pie del cañón desde el comienzo de la enfermedad huérfana que afecta a Juliana.
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Aunque al principio no se logró dimensionar su problema, poco a poco fueron descubriendo el impacto que llegó a tener en la vida de la joven y su familia.
Juliana, a pesar de que se enfrentó tan joven a una enfermedad desconocida, no pierde su alegría y sus ganas salir adelante.
Aunque pasó por fuertes crisis emocionales por tener que abandonar el colegio y sus amigos, hoy su pasión por la cocina la mantienen activa y con más ganas de continuar.
Sus pinitos como emprendedora nacieron hace poco, luego de que dio a conocer a algunos de sus allegados los rollitos de canela que fueron todo un éxito.
Quienes los degustaron dieron el visto bueno y fue ahí donde salió a flote su idea de montar un negocio.
La mamá de juliana no pierde la esperanza de que su hija se recupere o por lo menos mejore con su tratamiento que tiene un costo de cinco millones de pesos.
Por ahora, su gran motivación es su hija y vive feliz acompañándola en todos sus proyectos.
La joven empresaria tiene claro que, aunque su vida dio un giro de 180 grados, su anhelo es seguir adelante para mostrar que de las crisis pueden surgir las mejores experiencias y proyectos para la vida.
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