Una denuncia por extorsión en Bucaramanga terminó dejando al descubierto una red nacional dedicada a este delito. En el área metropolitana se conocieron 70 casos similares, que dejarían resultados hasta por 600 millones de pesos.
Lo que parecía una simple denuncia más por extorsión, fue el inicio para que la Policía pudiera descubrir una red delictiva que operaba en varias ciudades del país.
Inicialmente, la banda estaba repartida en cárceles de Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Fusagasugá, Jamundí y Chinchiná, desde donde se comenzó a expandir la organización delictiva.
En Santander, se conocieron docenas de casos de víctimas de extorsión desde las cárceles. La totalidad de los capturados reportaban 120 procesos judiciales y uno de ellos tenía circular azul de la Interpol.
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