Dos nuevos homicidios ocurrieron en Piedecuesta y Bucaramanga mientras regía el toque de queda, en ambos casos, existían vínculos familiares entre los implicados.
El primer caso ocurrió en la cancha de fútbol del Barrio Luz de Salvación.
En este lugar quedaron las huellas del ataque de un hombre a su padrastro, identificado como Uriel García Becerra.
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Según testigos, el homicida, que es buscado por las autoridades, lo atacó por defender a su madre que estaba siendo agredida.
El presidente de la junta de acción comunal del barrio reconoció que este sector de Bucaramanga afronta un delicado problema social reflejado en los casos de intolerancia que se presentan de manera permanente.
En otro hecho, a medicina legal de Bucaramanga fue trasladado el cuerpo de Yeferson Uribe Lizcano de 30 años asesinado en Piedecuesta en el sector de Guatiguará.
Según la policía, el agresor sería un joven de 19 años que le disparó en dos oportunidades a la altura del pecho, en medio de una riña familiar.
El sujeto huyó en una motocicleta.
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Para destacar, lo dos hechos violentos se produjeron mientras se encontraba vigente el toque de queda en el área metropolitana.
