Don Lucas tiene 91 años y se le ve en las calles del centro de Bucaramanga trabajando con mucha energía.
Su cabello blanco representa la experiencia y sobre todo la capacidad para tomar las que él considera como las mejores decisiones en tiempos de crisis.
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Aunque debería quedarse en casa, le ha tocado salir a rebuscarse el pan de cada día y lo necesario para pagar el arriendo de su pieza en medio de la pandemia.
Así como don Lucas hay muchos adultos mayores de 70 que no se acogieron a las restricciones del gobierno.
Sin embargo, el ministerio de salud es claro en que el fallo a la tutela presentada por los adultos rebeldes tumbó lo establecido sobre la autorización para salir solo tres veces a la semana.
Y hay quienes aseguran que la permisividad para permanecer más tiempo fuera de casa es una manera de corresponder con gratitud a esta población.
En Colombia de los 6.029 fallecidos por covid-19, 1.497 tenían entre 70 y 79 años y 1.186 entre 80 y 89.
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Las estadísticas muestran también que han muerto 1.400 personas entre los 60 y los 69 años de edad.
Por eso el gobierno impugnó el fallo a la controvertida tutela y sigue enfatizando en que la protección de los colombianos en especial para las poblaciones vulnerables, entre ellas la de los mayores, es su prioridad.