Oscar Barbosa denunció una negligencia médica por parte de la Clínica Bucaramanga, la IPS Promesalud (Med S.A.S. y Promecar) y la EPS Coosalu, luego de haber sufrido un accidente el 4 de enero de 2023, que le ocasionó fracturas en el fémur y la tibia.
Tras el accidente, Barbosa fue trasladado a la Clínica Bucaramanga, donde permaneció hospitalizado hasta el 27 de enero de 2023. Según relata, durante su estancia le fue colocado un tutor como parte del procedimiento reconstructivo. Sin embargo, afirma que “en el proceso contrajo una bacteria dentro de la clínica, la cual no fue tratada oportunamente, volviéndose multi patógena con el paso de los días”.
El paciente asegura que, debido al vencimiento de la cobertura del SOAT, “fui dado de alta sin haber completado mi recuperación”. A partir de ese momento, comenzó a interponer varias acciones de tutela, buscando que se le autorizara una cirugía de osteosíntesis ordenada por un juez. Aunque el procedimiento se realizó, Barbosa señala que “la infección persistió y que en cada control fui atendido por personal diferente, sin continuidad en mi tratamiento ni atención por parte del traumatólogo titular”.
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Cinco meses después, regresó a la clínica con una infección severa de osteomielitis, ante la cual —según su testimonio— los médicos le advirtieron que la única solución era amputar la pierna. Finalmente, le practicaron un desbridamiento que permitió controlar la bacteria y evitar la amputación. No obstante, al salir del centro asistencial le informaron que requería atención en una clínica reconstructiva?, debido a la necrosis y el daño en los tejidos.
Barbosa afirma que ha solicitado reiteradamente a la EPS Coosalud que le autorice continuar su tratamiento y la cirugía reconstructiva en otra institución, ya que no desea ser atendido nuevamente ni en la Clínica Bucaramanga ni en la misma IPS, donde asegura le han propuesto la amputación de la pierna hasta en cinco ocasiones.
Actualmente, el paciente se encuentra en tratamiento paliativo por dolor severo y bajo el cuidado de su tía, quien lo asiste en su proceso. Asegura que, “pese a haber pasado más de dos años desde el accidente, no he recibido una respuesta definitiva de las entidades involucradas”.
Su solicitud, según indica, es clara: que la EPS y la IPS autoricen el procedimiento reconstructivo con un tutor híbrido, realizado por un especialista particular, con el fin de salvar su pierna y recuperar su calidad de vida.




