En medio del dolor, la esperanza y la perseverancia, un padre logró encontrar el cuerpo sin vida de su hijo de cuatro años, Emanuel Martínez Ciro, quien había desaparecido tras el deslizamiento de tierra ocurrido el pasado 23 de junio en la vereda Granizal, zona limítrofe entre Bello y Medellín.
Durante nueve días, el hombre removió tierra con sus propias manos, sin descanso, hasta que este 3 de julio, logró hallar a su pequeño, cerca del lugar donde previamente fueron encontrados los cuerpos de Carolina Ciro Castro, madre del menor, y Maximiliano, su otro hijo. Los tres fallecieron a causa de la tragedia que arrasó con al menos 21 viviendas.
El hallazgo fue confirmado por el medio regional Mi Oriente, que también informó que el cuerpo del niño será trasladado al municipio de La Unión, de donde era originaria la familia, para recibir sepultura junto a sus seres queridos.
Cifra de fallecidos asciende a 23
Con la recuperación del cuerpo de Emanuel, el más reciente informe del Puesto de Mando Unificado (PMU) actualiza la cifra oficial de víctimas mortales a 23: 19 en la vereda Granizal (Bello) y 4 en el barrio Santo Domingo (Medellín).
Aunque inicialmente se reportaron 15 personas desaparecidas, la cifra fue reducida a 8. Sin embargo, habitantes del sector insisten en que la tragedia pudo ser aún mayor, ya que estiman que entre 80 y 100 viviendas habrían sido afectadas por el derrumbe, una cifra que contrasta con las 21 casas que reconoce oficialmente la administración municipal.
La búsqueda continúa
La alcaldesa de Bello, Lorena González, aseguró que el censo oficial solo contempla a personas reportadas como desaparecidas por familiares o vecinos, pero reconoció que podría haber víctimas aún no identificadas. “Sabemos que hay casas que fueron cubiertas con todos sus integrantes y de pronto allí no hay quien reportara su desaparición”, afirmó.
Por su parte, el director del Dagran, Carlos Ríos, señaló que se han desplegado 391 personas, incluyendo unidades especializadas, cuadrillas operativas y perros entrenados para la localización de víctimas. “Seguiremos acá hasta encontrar al último desaparecido”, enfatizó el funcionario.
Dolor e incertidumbre en la comunidad
Mientras las autoridades intensifican las labores de búsqueda, decenas de familias continúan con su propio rastreo en medio del lodo y los escombros. La comunidad aún exige claridad sobre el número real de afectados y pide que no se detengan las tareas de rescate.