Varios detalles engalanan la segunda edición del Mundialito Infantil de fútbol, que no solo se caracteriza por ser sobresaliente en la parte deportiva, sino, por el trabajo desde lo social, el intercambio de culturas y muchos aspectos que hacen del evento una verdadera fortaleza.
Los padres de familia alientan desde la tribuna a sus hijos, pues mientras ellos muestran su talento en la cancha, sus mentores se encargan de vivir una fiesta llena de color y alegría, con diversas culturas que hacen del evento un espectáculo.
Incluso la emoción se apoderó de algunas madres, al ver que sus hijos competían por primera vez en torneo de carácter nacional.
Y es que un Mundialito con más de 14 departamentos y dos mil jugadores en acción, representa incluso un ítem importante parta la economía de la región.
Así se vivó la primera jornada, con estilo, emociones encontradas y con unos padres comprometidos con las nuevas generaciones del balompié nacional.
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