A pesar del aislamiento obligatorio que deben cumplir, algunos miembros del llamado gremio amarillo, que ya superaron la barrera de los 70 años, se han visto obligados a arriesgarse a sanciones por salir de sus casas, para poder llevar el alimento a sus familias. Pero, además, se encuentran con el obstáculo de no haber ingresado al modernismo de las comunicaciones y, como si fuera poco, sus patrones les exigen la cuota mínima diaria, como si se tratara de una época normal.
“Hay mucho taxista de la tercera edad que no puede laborar porque no sabe trabajar con la aplicación, entonces nosotros nos afectamos… Esos taxistas viven de un diario por lo tanto no han podido llevar nada a sus casa, estamos viviendo una situación difícil y le pedimos la ayuda al señor gobernador que nos ayude con mercado, son gente que viven en barrios muy bajos y están en este momento si el sustento de su familia”, señaló Campo Elías Gómez, presidente de la Unión Gremial de Taxistas.
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Un gran porcentaje de esos trabajadores del transporte público, que ya ingresaron a la edad madura, consideran que, además, del sacrificio que realizan en estos días de cuarentena por estar expuestos a un posible contagio, deben cumplir con una cuota diaria que califican de inhumana y ya temen por lo que pueda pasar con ellos en el futuro, si no se soluciona pronto la emergencia generada por el Coronavirus.
“Nosotros no tenemos aplicaciones, imposible cumplir con las tarifas tan inhumanas a las que nos someten los propietarios de los vehículos, entre 80 y 90 mil pesos diarios, esos es injusto“, dijo Jorge Romero, taxista de la tercera edad afectado.
El gremio de los taxistas, de otra parte, denunciaron que hay venezolanos realizando esta actividad sin cumplir con la reglamentación vigente, y por ello le están solicitando a las autoridades asumir un control en este aspecto, y a las empresas mostrar solidaridad frente a quienes han dedicado la mayor parte de su vida a este oficio.
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