La recordada escena de los Simpson en la que Homero enciende y pone en funcionamiento el carro con un cepo instalado en una de sus llantas se repitió en Bucaramanga. El protagonista fue un taxista que dejó el carro abandonado en una vía pública.
El conductor de servicio público, para evadir a los agentes de tránsito, se subió al carro, lo prendió y lo puso a andar con el cepo aún instalado en una llanta.
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Así anduvo unos 20 metros, y al final tuvo que entregar los documentos para la respectiva verificación y dar comienzo a un proceso disciplinario.
Como el conductor intentó huir del control de tránsito ahora no tendrá ningún tipo de descuento y deberá pagar el total de la multa, además de otras que se podrían derivar de su actitud beligerante.
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